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A principios de los años dos mil, mis hijas eran adolescentes. Todos los sábados nos levantábamos muy temprano para ir a la piscina. Ellas estaban en el equipo de natación. Me sentaba en el cesped por horas en la sol caliente. Me preguntaba porque lo hacia semana despues semana. Entonces las verÃa sonriendo y se divertian y estaba feliz.
Humberto-
semana tras semana
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